La frontera en la historia económica de Mexicali
Pocos aspectos de
nuestra historia son
más relevantes que
aquellos relacionados con
la condición fronteriza
de Mexicali. Desde
su inicio hasta
la fecha la
frontera tiene mucho
que contarnos de
cómo hemos evolucionado. Su impacto se encuentra reflejado en nuestra
cultura aunque sea difícil aquilatar sus modalidades y alcances, pues la
frontera significa diferentes cosas para la gente de esta parte del país. Para
algunos representa oportunidades y para otros obstáculos en nuestro desarrollo.
El contraste cultural provoca el cambio. El inglés puede ser el idioma que nos
abre las puertas al mundo, o el obstáculo que impide la buena vecindad.
Por lo que a economía corresponde, la frontera nos ayuda a
explicar la naturaleza de nuestro desarrollo. Cuando se firmó el Tratado de
Guadalupe-Hidalgo en 1848 se trazó la línea imaginaria que separaría Baja
California de lo que había sido la Alta California. Dada la escasa población
que había entonces en la región su impacto fue mínimo, salvo para los indígenas
que recibieron diferente trato allende la frontera.
La primera actividad
económica en el
valle de Mexicali
fue la ganadería,
principalmente de vacunos.
Ganaderos de ambos
lados de la
frontera aprovecharon los
pastizales que formaban
las inundaciones del
entonces caudaloso Río Colorado.
Después, aprovechando un brazo del mismo río, se introdujo
agua por gravedad al Valle Imperial, y por ende al de Mexicali. Este recurso
dio inicio al desarrollo de Mexicali en 1901. Las obras de riego de ambos lados
de la frontera atrajeron a inmigrantes principalmente de otras partes de la
península de Baja California. Conforme se fue instalando la infraestructura
hidráulica se abrieron tierras al cultivo. A partir de mayo de 1904 llegó el
ferrocarril a Caléxico y enseguida se inició la construcción del ferrocarril
Inter California, que habría de conectar a Mexicali con Los Algodones y con el
mercado del este de Estados Unidos de América.
El crecimiento de estos pueblos dio pauta para la
instalación de garitas y aduanas. La venta de bebidas embriagantes en Mexicali
satisfizo la sed de los norteamericanos, particularmente a raíz de la Ley Seca
que introdujo la prohibición
de la venta
de alcohol en
Estados Unidos en
1920. Junto a
ello se dio
el auge de
casinos y la producción de cerveza.
El inicio de
la primera Guerra
Mundial favoreció al
aumento de precios,
particularmente del algodón.
Con ello se amplió la zona de cultivos del valle de Mexicali y pocos
años después se complementó con plantas despepitadoras y aceiteras. La
exportación algodonera trajo prosperidad a Mexicali. Sin embargo, la escasez del
empleo durante la gran depresión impulsó la repatriación de mexicanos y a su
vez el asalto a las tierras. Y en la década de 1960, las obras de riego del
Welton-Mohawk de Arizona provocaron el rápido ensalitramiento de los suelos del
valle de Mexicali.
La vecindad promovió
la importación de
muchas mercancías y
en la década
de 1930 la
Zona Libre. Con la segunda Guerra Mundial, Mexicali se
convirtió en zona de paso de miles de compatriotas en busca de empleo en
calidad de braceros en Estados Unidos de América y de manera más reciente se
desarrolló la industria maquiladora
de exportación. Todos
estos capítulos de la historia
económica se debieron
a nuestra condición fronteriza.
Sergio Noriega Verdugo
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