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domingo, 23 de febrero de 2020

El Río, núm. 27

Revista de el centro de estudios sobre la universidad UABC, Revista de historia regional de Mexicali y su valleAño VIII, núm. 27, enero-marzo de 2015, dejó la editorial que viene en la revista y el enlace a la misma.


La frontera en la historia económica de Mexicali


Pocos  aspectos  de  nuestra  historia  son  más  relevantes  que  aquellos  relacionados  con  la  condición  fronteriza  de  Mexicali.  Desde  su  inicio  hasta  la  fecha  la  frontera  tiene  mucho  que  contarnos  de  cómo hemos evolucionado. Su impacto se encuentra reflejado en nuestra cultura aunque sea difícil aquilatar sus modalidades y alcances, pues la frontera significa diferentes cosas para la gente de esta parte del país. Para algunos representa oportunidades y para otros obstáculos en nuestro desarrollo. El contraste cultural provoca el cambio. El inglés puede ser el idioma que nos abre las puertas al mundo, o el obstáculo que impide la buena vecindad.


Por lo que a economía corresponde, la frontera nos ayuda a explicar la naturaleza de nuestro desarrollo. Cuando se firmó el Tratado de Guadalupe-Hidalgo en 1848 se trazó la línea imaginaria que separaría Baja California de lo que había sido la Alta California. Dada la escasa población que había entonces en la región su impacto fue mínimo, salvo para los indígenas que recibieron diferente trato allende la frontera.

La  primera  actividad  económica  en  el  valle  de  Mexicali  fue  la  ganadería,  principalmente  de  vacunos.  Ganaderos  de  ambos  lados  de  la  frontera  aprovecharon  los  pastizales  que  formaban  las  inundaciones  del  entonces caudaloso Río Colorado.

Después, aprovechando un brazo del mismo río, se introdujo agua por gravedad al Valle Imperial, y por ende al de Mexicali. Este recurso dio inicio al desarrollo de Mexicali en 1901. Las obras de riego de ambos lados de la frontera atrajeron a inmigrantes principalmente de otras partes de la península de Baja California. Conforme se fue instalando la infraestructura hidráulica se abrieron tierras al cultivo. A partir de mayo de 1904 llegó el ferrocarril a Caléxico y enseguida se inició la construcción del ferrocarril Inter California, que habría de conectar a Mexicali con Los Algodones y con el mercado del este de Estados Unidos de América.

El crecimiento de estos pueblos dio pauta para la instalación de garitas y aduanas. La venta de bebidas embriagantes en Mexicali satisfizo la sed de los norteamericanos, particularmente a raíz de la Ley Seca que introdujo  la  prohibición  de  la  venta  de  alcohol  en  Estados  Unidos  en  1920.  Junto  a  ello  se  dio  el  auge  de  casinos y la producción de cerveza.

El  inicio  de  la  primera  Guerra  Mundial  favoreció  al  aumento  de  precios,  particularmente  del  algodón.  Con ello se amplió la zona de cultivos del valle de Mexicali y pocos años después se complementó con plantas despepitadoras y aceiteras. La exportación algodonera trajo prosperidad a Mexicali. Sin embargo, la escasez del empleo durante la gran depresión impulsó la repatriación de mexicanos y a su vez el asalto a las tierras. Y en la década de 1960, las obras de riego del Welton-Mohawk de Arizona provocaron el rápido ensalitramiento de los suelos del valle de Mexicali.

La  vecindad  promovió  la  importación  de  muchas  mercancías  y  en  la  década  de  1930  la  Zona  Libre.  Con la segunda Guerra Mundial, Mexicali se convirtió en zona de paso de miles de compatriotas en busca de empleo en calidad de braceros en Estados Unidos de América y de manera más reciente se desarrolló la  industria  maquiladora  de  exportación.  Todos  estos  capítulos  de  la  historia  económica  se  debieron  a  nuestra condición fronteriza.
Sergio Noriega Verdugo






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